Add parallel Print Page Options

No pongas pleito, si no te ves obligado,
ni te metas en las peleas de los insolentes.
10 ¿Para qué vivir en pleitos, hijo mío?
Si insistes mucho, terminarás siendo condenado.
Por más que corras nada alcanzarás,
y por mucho que huyas no podrás escapar.
11 Hay quienes corren, sudan y se cansan,
y sin embargo llegan tarde.

Read full chapter